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ANÁLISIS DE DATOS Y PROBABILIDAD
EXAMEN SIMULACRO 1

Utilice el siguiente texto (Segmento IV) para contestar los ejercicios del 21 al 25

A continuación, encontrarás un segmento y 5 preguntas de opción múltiple con un formato y nivel de dificultad similar al de la prueba oficial acerca del mismo. Para simular las condiciones de la prueba, puedes configurar un temporizador digital de 6 minutos en tu teléfono móvil, que es el tiempo que tendrías para contestar 5 preguntas de esta sección. Esto significa que debes tratar de responder cada pregunta en un máximo 72 segundos. Si no logras responder una pregunta en este lapso, avanza a la siguiente para asegurarte de responder todas las preguntas que puedas. Si todavía te queda tiempo disponible al final, puedes regresar y revisar las preguntas que dejaste en el camino.

Para comenzar el cuestionario, desliza hacia abajo, encontrarás las preguntas por debajo de estas instrucciones. Para finalizar el cuestionario y ver tus resultados da clic en el botón «Terminar Cuestionario» que se encuentra al final de la página.

Puedes tomar el cuestionario las veces que quieras dando clic en el botón «Reiniciar». Si deseas ver la explicación a cada respuesta, haz clic en el botón «Ver respuestas» que aparece después de terminar el cuestionario.

Segmento IV

Texto por Juan Ramón Jiménez

(1) Al niño chico lo ha despertado en la cuna un rayito de sol que entra en el cuarto oscuro de verano por una rendija de la ventana cerrada. (2) Si se hubiera despertado sin él, el niño se habría echado a llorar llamando a su madre. (3) Pero la belleza iluminada del rayito de sol le ha abierto en los mismos ojos un paraíso florido y mágico que lo tiene suspenso.

(4) Y el niño palmotea, y ríe, y hace grandes conversaciones sin palabras, consigo mismo, cogiéndose con las dos manos los dos pies y arrullando su delicia. (5) Le pone la manita al rayo de sol; luego, el pie — ¡con qué dificultad y qué paciencia!—, luego la boca, luego el ojo, y se deslumbra, y se ríe refregándoselo cerrado y llenándose de baba la boca apretada. (6) Si en la lucha por jugar con él se da un golpe en la baranda, aguanta el dolor y el llanto y se ríe con lágrimas que le complican en iris preciosos el bello sol del rayo.

(7) Pasa el instante y el rayito se va del niño, poco a poco, pared arriba. (8) Aún lo mira el niño, suspenso, como una imposible mariposa, de verdad para él. (9) De pronto, ya no está el rayo. (10) Y en el cuarto oscuro, el niño — ¿qué tiene el niño, dicen todos corriendo, qué tendrá?— llora desesperadamente por su madre.